Precio y Valor en un mercado de excelencia
Cuando pones los precios de los servicios, ¿te has preguntado el “Valor” que entregas a cambio?
Si es verdad, o debería serlo, que para determinar el precio de un servicio hay varios aspectos “Tangibles” a tener en cuenta:
- Coste de producto
- Coste en tiempo, de personal y uso del salón
- Gastos generales (luz, agua, gasto financiero, gestoría,…)
- Marketing y publicidad
- Beneficio
Pero también tienes que contar o debes definir el valor “Intangible”, aquel que no se ve, pero que el cliente percibe y comenta.
Porque éste es la semilla de la Excelencia, la que propicia el boca a boca.
Un ejemplo claro, aunque no equiparable, es la sensación que percibes cuando pides una consumición en un bar.
Te ponen algo distinto a lo que has pedido o te cobran de más, añadiendo a la cuenta productos extra de los que no te habían informado. Ésta es una sensación de engaño, esto se considera timo.
Otra opción es, te ponen la consumición, pero el vaso está sucio y no te ponen hielo. Entonces lo consideramos un intercambio parcial.
En un intercambio justo, te ponen la consumición que has pedido y te tratan correctamente. Recibes exactamente lo que has pedido, ni más ni menos.
La última opción, recibes tu consumición, perfectamente preparada, el camarero te pregunta por tus gustos y en base a ellos te trae una tapa exquisitamente preparada, el entorno está impecable, limpio y ordenado. Aquí está el intercambio en abundancia, o el modelo de “Excelencia”.
¿Cuál de ellos te hará repetir y hablar del sitio a tus amigos?
Ahora vamos a extrapolarlo a nuestro modelo de negocio, la peluquería.
Enfocado a la clienta:
Caso 1, “Estafa”
Una clienta llega al salón,para asesorarse sobre un tratamiento y el peluquero le vende el más caro, aunque no le solucione lo solicitado.
Caso 2, “Intercambio parcial”
En otro caso, la clienta entra, todos la ignoran, al final el encargado se acerca, le ofrece un bata y la sienta en recepción.
Al rato le preguntan, ¿qué se va a hacer? “las raíces” y si más, la sientan la ponen un tinte en la raíz y vuelta a esperar.
Por fin la peinan, también sin preguntar.
Durante el proceso se ha enterado de los problemas del encargado, el estilista y la esteticista, además de los desvaríos en los programas del corazón.
Al final sale con las raíces hechas, pero con un peinado que no ha pedido y una sensación de haber estado fuera de lugar.
Caso 3, “Intercambio justo”
En ésta ocasión, la clienta es atendida en recepción, se le hace el corte de puntas que pide y le alisamos con la plancha como nos solicita. Se le cobra y se va.
Caso 4, “Intercambio en abundancia”
Ahora bien, la clienta entra, es atendida por el responsable, mientras la invita a un café o un té, él se interesa por su visita al salón.
Recoge información sobre sus gustos e intereses.
En base a ésta información le aconseja sobre el trabajo a realizar y lo coordina con los responsables de cada área.
Ésta pendiente de la evolución del servicio.
Mientras le realizan el servicio lo van aconsejando sobre cómo ha de mantener el cabello en casa o maneras de peinarse, trucos de maquillaje.
Le informan sobre otros servicios que se hacen en el salón.
Al finalizar el responsable se interesa sobre el resultado final y si se lleva algún producto, le informa sobre su uso.
Agendan la siguiente visita de mantenimiento del trabajo realizado y la acompaña a la salida.
Una semana después el responsable del salón realiza una llamada a la clienta para interesarse en la evolución del trabajo y en el uso de los productos adquiridos.
Éste tipo de intercambio es el que te hace crecer en todos los sentidos y te mantiene en el camino de la Excelencia.
¿Te ves reflejad@?
Si tú fueras la clienta, ¿cuál te gustaría recibir?
¿Piensas que es más caro entregar uno que otro?
¿Es la pereza tu justificación para no hacerlo?
¿Piensa que es culpa del Equipo que no se haga así?
¿Cuál es tu comportamiento?
¿Quiéres una hoja de ruta para conseguir el cambio?
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