Si eres Propietario o Propietaria de un Salón de peluquería y llevas un tiempo seguro que te sentirás identificad@ con ésta historia, porque a quién más o quién menos le ha pasado.
Mimas a tu Equipo, intentas que mejoren, tanto en lo profesional como en lo personal.
Preocupándote de que cobren puntualmente (y tu cobres tarde, mal o nunca), tengan una formación continua, que les cuadren las vacaciones (aunque a ti no) y que si necesitan algún día “para cualquier cosa” que no puede hacer en su día libre, se lo das.
Y el día menos pensado te hacen la zancadilla.
Este post no va dirigido a esos propietarios que intentan aprovecharse de sus empleados en su beneficio, si no en los que tratan a su Equipo como hij@s.
Ese es el caso en mi negocio, una peluquería familiar, negocio que montaron mis Padre a finales de los 60s y que todavía sigue dando guerra.
Yo siempre he visto como han tratado mis Padres a quienes trabajan y han trabajado con nosotros.
Cómo en las diferentes crisis, he incluso faltándonos en casa, todo el mundo cobraba a primero de mes.
Ellos me han enseñado que eso es sagrado.
También he visto como algunos les han estafado, robado e incluso menospreciado y difamado.
Porque cuando alguien a quién has formado y dado todo, desde que salió de la academia, te intente machacar, no por algo que has hecho, si no con premeditación y alevosía, duele.
Cuando intentas levantar un negocio mes a mes y haces cambios para motivar a la gente a crecer y como no, a ganar más.
Bien ese es un caso extremo, pero pasa, si eres nuevo en el negocio quizá aun no, pero te pasará y en la mayoría de los casos, esto llega por un problema de comunicación con el Equipo.
Cuando falla éste pilar del negocio “la comunicación”, hay que pensar que todos somos humanos y que el agradecimiento es efímero cuando atenta contra los intereses propios en la mayoría de los casos.
No quiero disculpar a nadie, pero aunque duela siempre hay que ponerse en los zapatos del otro/a, quién sabe si en la misma situación no actuaríamos igual (yo no lo haría, pero que cada un@ haga su reflexión).
Y lo digo con conocimiento de causa, un empleado de nuestro salón nos la ha jugado.
Ahora me planteo, ¿llamo a su nuevo trabajo y le cuento lo que nos ha hecho? o lo dejo correr…
Es una decisión difícil, sobre todo cuando esta persona estuvo un año grabando conversaciones (muchas de ellas con la dueña del salón y sacando fotos a material sensible de la empresa).
Preparando una salida remunerada, la cual espero que se gaste en medicinas.
Y que encima, tu abogado te diga que “negocies” que puede ser peor, porque el Sr. Juez que te ha tocado tira hacia este o tal palo.
Bien pues me asquea el sistema, un sistema que premia la vaguería y el todo por nada.
Y nosotros aquí luchando por sacar un negocio adelante.
Gracias por leer mi reflexión, pues es eso, una reflexión pública que me ayuda a sacar la presión que tengo dentro.
SI tienes tu experiencia, compártela con nosotros en el área de comentarios, seguro que escribirlo y comentarlo te va a quitar parte del “veneno”, porque ya está bien que se lleven nuestro dinero, para que además tengamos que cargar con la mala leche.
Ahora entiendo a los jefes “cabrones”, como me pase esto 2 o 3 veces más, creo que me pasaré al lado oscuro…
Nooo, es broma, soy de la opinión de no generalizar y para bien o para mal me gusta cuidar a las personas que trabajan conmigo :-)
¡¡¡Gracias de nuevo Amig@s!!!