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Intercambio en el Equipo, fundamental para entregar Excelencia

Hasta ahora hemos abordado el tipo de intercambio que realizamos con los “Clientes que pagan” y cómo ello influye en nuestra prosperidad, pero no podemos descuidar el intercambio con nuestros colaboradores/empleados/o todo aquel que reciba un sueldo por el trabajo realizado dentro de nuestro negocio.

Si el intercambio entre las dos partes, empleados y jefes está equilibrado, la relación que genera es muy productiva y satisfactoria para todas las partes con el consiguiente resultado.

Recuerda que el intercambio es bidireccional, nunca podemos exigir lo que no damos y hay que tener presente, que algunos individuos no tienen la naturaleza de dar.

Tan desastroso es dar de más, cómo dar de menos en ambos sentidos.
Si das de más, te sentirás mal, al ver que no obtienes una respuesta acorde a tu esfuerzo y la otra parte tardará muy poco en ver que abusa.
Esta situación afecta al resto de los integrantes del Equipo, que ven que el esfuerzo no se recompensa, pues da igual lo que hagan, su esfuerzo no es valorado.

Un intercambio en Abundancia entre el Equipo es fundamental para poder entregar un servicio Excelente.

Siempre que falla el intercambio o hay una mala percepción de éste, la actitud y la comunicación falla.

En nuestra opinión, no todos los Equipos pueden llegar a la Excelencia y diseñar una estructura enfocada a nuestro “PROPÓSITO” nos va a señalar los miembros que sobran o faltan.

El Equipo debe reunir los niveles óptimos de conexión, capacidad, pasión y compromiso, adecuado con nuestro Propósito, para poder caminar en la ruta de la Excelencia.

Al ser un modelo de mejora continua, no tratamos de buscar a los mejores, porque la misma expresión “mejor” anula la capacidad de seguir mejorando.

Ejemplos de intercambio entre el Propietario y el Equipo

Un tipo de intercambio con el Equipo muy habitual, se da en cuanto al salario, si éste no es percibido como una compensación justa, sucede que:

El Equipo boicotea el salón.

Aumentan las ausencias y bajas.

No se observan las reglas básicas de comportamiento.

Se vuelven críticos con todo

Esto lleva a un bajo de nivel de energía en el Equipo y la comunicación se resiente.

Todo crea un mal ambiente que ahuyenta al Cliente.

Un intercambio justo es cuando se paga el sueldo pactado, por las horas de trabajo contratadas, recibimos exactamente lo que pagamos.

Al no haber ningún incentivo extra, este tipo de intercambio, nos lleva a un camino lineal y que no produce Excelencia.

Si bien es verdad que no hay motivo de crítica, el acomodo por las partes impide el crecimiento.

Al ser un intercambio en equilibrio, el más mínimo desajuste puede desestabilizar al Equipo.

Cuando, además del sueldo pactado, premiamos la productividad con incentivos.

El Equipo está motivado, siempre que el cálculo de la productividad sea adaptado al momento y genere crecimiento.

La productividad debe tener una parte individual y otra de Equipo para que genere cohesión.

Los datos sobre la situación respecto a los objetivos debe estar siempre accesible para que motive el progreso.

Un intercambio hacia la excelencia se produce, cuando además de un sueldo acorde con la valía e incentivado con la productividad, se acompaña de:

Formación adecuada al puesto y al propósito.

Objetivos claros.

Un organigrama definido.

Comunicación bidireccional.

Actividades en Equipo.

En definitiva, si seleccionamos y mimamos a nuestro Equipo, la percepción que tenga el “Cliente que paga” de nosotros será imborrable y atractiva.

Procura que tu equipo te mime, eso es señal de que todo va sobre ruedas

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Cuando pones los precios de los servicios, ¿te has preguntado el “Valor” que entregas a cambio?

Si es verdad, o debería serlo, que para determinar el precio de un servicio hay varios aspectos “Tangibles” a tener en cuenta:

  • Coste de producto
  • Coste en tiempo, de personal y uso del salón
  • Gastos generales (luz, agua, gasto financiero, gestoría,…)
  • Marketing y publicidad
  • Beneficio

Pero también tienes que contar o debes definir el valor “Intangible”, aquel que no se ve, pero que el cliente percibe y comenta.

Porque éste es la semilla de la Excelencia, la que propicia el boca a boca.

Un ejemplo claro, aunque no equiparable, es la sensación que percibes cuando pides una consumición en un bar.

Te ponen algo distinto a lo que has pedido o te cobran de más, añadiendo a la cuenta productos extra de los que no te habían informado. Ésta es una sensación de engaño, esto se considera timo.

Otra opción es, te ponen la consumición, pero el vaso está sucio y no te ponen hielo. Entonces lo consideramos un intercambio parcial.

En un intercambio justo, te ponen la consumición que has pedido y te tratan correctamente. Recibes exactamente lo que has pedido, ni más ni menos.

La última opción, recibes tu consumición, perfectamente preparada, el camarero te pregunta por tus gustos y en base a ellos te trae una tapa exquisitamente preparada, el entorno está impecable, limpio y ordenado. Aquí está el intercambio en abundancia, o el modelo de “Excelencia”.

¿Cuál de ellos te hará repetir y hablar del sitio a tus amigos?

Ahora vamos a extrapolarlo a nuestro modelo de negocio, la peluquería.

Enfocado a la clienta:

Caso 1, “Estafa”

Una clienta llega al salón,para asesorarse sobre un tratamiento y el peluquero le vende el más caro, aunque no le solucione lo solicitado.

Caso 2, “Intercambio parcial”

En otro caso, la clienta entra, todos la ignoran, al final el encargado se acerca, le ofrece un bata y la sienta en recepción.

Al rato le preguntan, ¿qué se va a hacer? “las raíces” y si más, la sientan la ponen un tinte en la raíz y vuelta a esperar.

Por fin la peinan, también sin preguntar.

Durante el proceso se ha enterado de los problemas del encargado, el estilista y la esteticista, además de los desvaríos en los programas del corazón.

Al final sale con las raíces hechas, pero con un peinado que no ha pedido y una sensación de haber estado fuera de lugar.

Caso 3, “Intercambio justo”

En ésta ocasión, la clienta es atendida en recepción, se le hace el corte de puntas que pide y le alisamos con la plancha como nos solicita. Se le cobra y se va.

Caso 4, “Intercambio en abundancia”

Ahora bien, la clienta entra, es atendida por el responsable, mientras la invita a un café o un té, él se interesa por su visita al salón.

Recoge información sobre sus gustos e intereses.

En base a ésta información le aconseja sobre el trabajo a realizar y lo coordina con los responsables de cada área.

Ésta pendiente de la evolución del servicio.

Mientras le realizan el servicio lo van aconsejando sobre cómo ha de mantener el cabello en casa o maneras de peinarse, trucos de maquillaje.

Le informan sobre otros servicios que se hacen en el salón.

Al finalizar el responsable se interesa sobre el resultado final y si se lleva algún producto, le informa sobre su uso.

Agendan la siguiente visita de mantenimiento del trabajo realizado y la acompaña a la salida.

Una semana después el responsable del salón realiza una llamada a la clienta para interesarse en la evolución del trabajo y en el uso de los productos adquiridos.

Éste tipo de intercambio es el que te hace crecer en todos los sentidos y te mantiene en el camino de la Excelencia.

¿Te ves reflejad@?

Si tú fueras la clienta, ¿cuál te gustaría recibir?

¿Piensas que es más caro entregar uno que otro?

¿Es la pereza tu justificación para no hacerlo?

¿Piensa que es culpa del Equipo que no se haga así?

¿Cuál es tu comportamiento?

¿Quiéres una hoja de ruta para conseguir el cambio?

En el próximo post hablaremos del intercambio entre el propietario y el equipo. Porque tan importante es el producto que entregamos al cliente como el que nos entregamos entre el Equipo.

“La excelencia empieza desde dentro”